GAZPACHUELO, CANÓNICO MALAGUEÑO
Siendo una ciudad marinera, el gazpachuelo es consecuencia de una cocina de pescadores que unían caldo de pescado con patata, añadiendo mayonesa, o una clara de huevo montada o cocida. Sopa canónica de la cocina local, se servía en los velatorios domésticos, antiguamente (de ahí el dicho: “gazpachuelo, comida de duelo”). Pero sobre todo, el gazpachuelo ha sido una comida con entidad que ha alimentado a las familias humildes. Ingredientes como la patata, el arroz o el pan frito -que añadían en su versión la gente de los corralones- lo convertían en una receta popular.
Presente en nuestras casas desde siempre, esta exquisitez va ganando terreno en los restaurantes de gastronomía con menú de cuchareteo malagueño. Sus variantes, en la actualidad, son múltiples: con marisco o sin él, muy caliente o con el vino amontillado que sirve de base a la conocida sopa Viña AB… el gazpachuelo es un plato que revive a los vivos. Y es muy nuestro.