TROTAS LOCAS, LAS DULCES SUPERVIVIENTES
En una época en la que la pastelería fina estaba al alcance únicamente de la gente pudiente, nació en Málaga un dulce que, con el nombre de tortas locas, es hoy en día un emblema de la repostería malagueña. La torta loca consiguió que en los años cincuenta del siglo pasado las clases humildes, mayoritarias por aquel entonces, pudieran disfrutar de un pastel original, fresco, cremoso y con un punto de color que sigue siendo su seña de identidad.
Como dulce “quitahambre” de la posguerra, la torta loca nació por obra y gracia de un maestro pastelero al que se le ocurrió rellenar dos discos de hojaldre con crema pastelera, cubiertos con un glaseado de de color naranja y rematados con un punto de guinda. El famoso pastel tomaría su nombre de un hit de 1954 de Luisa Linares y los Galindos, que cantaban aquello de “A lo loco se vive mejor”. La receta se ha mantenido prácticamente intacta hasta hoy.