Aceitunas aloreñas

La aceituna aloreña es una variedad propia de la provincia de Málaga que ha sido la primera aceituna de mesa española en obtener una Denominación de Origen Protegida. Su hueso flotante y la relación entre este y la pulpa hacen, entre otros aspectos, que esta aceituna sea diferente a otras variedades.

EL APERITIVO PERFECTO

La aceituna aloreña es una variedad propia de la provincia de Málaga que ha sido la primera aceituna de mesa española en obtener una Denominación de Origen Protegida. Su hueso flotante y la relación entre este y la pulpa hacen, entre otros aspectos, que esta aceituna sea diferente a otras variedades.

Su producción se enmarca en 19 municipios ubicados entre las comarcas de la Sierra de las Nieves y el Valle del Guadalhorce. Su recogida se hace de forma manual y es aderezada con aliños típicos de la zona donde se producen, fundamentalmente, tomillo, hinojo, ajo y pimiento. Antes, pasan por un endulzamiento en salmuera mediante fermentación natural.

La aloreña de Málaga destaca por su color verde claro, por sus notas afrutadas y de hierba fresca y por su textura crujiente. Según el proceso de fermentación y sus características organolépticas pueden consumirse como verdes frescas, tradicional y curadas.

CÓMO PREPARARLAS

La forma en la que mejor se puede disfrutar del sabor y las particularidades de la aceituna aloreña es en fresco, acompañadas por un vermú o un vino de Málaga a modo de aperitivo. El tiempo y la innovación han hecho que este producto tradicional malagueño se haya colado en las cocinas de muchos restaurantes de la capital que, en determinadas épocas del año, se lanzan a elaborar platos creativos en los que esta variedad es la protagonista. Esto ha dado lugar a propuestas tan interesantes como el brioche de pularda rellena de aceitunas aloreñas con escabeche de cítrico, la caballa marinada con encurtidos de aceituna aloreña o la croqueta de aloreña con tartar de salchichón ahumado.