El chivo lechal malagueño está catalogado como una carne única por su sabor y porque tiene un origen certificado, ya que solo se produce en la provincia de Málaga. Lo hace a partir de cabras de raza malagueña, una de las razas caprinas más importantes del mundo, alimentadas exclusivamente a base de leche y nacidas y criadas en la provincia de Málaga. Su carne se obtiene en el primer mes de vida del animal, cuando pesa entre cinco y siete kilos.
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El chivo lechal malagueño está catalogado como una carne única por su sabor y porque tiene un origen certificado, ya que solo se produce en la provincia de Málaga. Lo hace a partir de cabras de raza malagueña, una de las razas caprinas más importantes del mundo, alimentadas exclusivamente a base de leche y nacidas y criadas en la provincia de Málaga. Su carne se obtiene en el primer mes de vida del animal, cuando pesa entre cinco y siete kilos.
La carne del chivo lechal malagueño es de rosa pálido, tierna, jugosa y de un sabor suave, ya que procede de un animal joven. Su uso en la cocina es muy versátil, un atributo que le ha servido para ganarse un lugar muy importante en las cocinas de los restaurantes malagueños. El chivo lechal malagueño es la primera carne caprina de España que ha obtenido una marca de calidad para certificar el producto en su comercialización.
CÓMO SE PREPARA
La forma más tradicional de consumir el chivo lechal malagueño es asado al horno. En este tipo de elaboración no hay grandes estridencias, sino que se utilizan ingredientes sencillos como el aceite de oliva virgen extra, el vino blanco, el laurel y el ajo. Un buen horno de leña hará el resto y sacará todo el jugo a esta carne única. La caldereta de chivo es otra opción tradicional para los amantes de la cuchara. Los más innovadores podrán degustarlo en platos de corte actual, entre los que se encuentran los canelones y las croquetas de chivo o los tacos y los panes bao rellenos con esta carne tan jugosa y única.